Capitulo I. Viernes 17 y sábado 18 septiembre
Yo no mandé mis naves a luchar contra los elementos.
Tal como estaba previsto seis eremitas bikers se concentraban en helados paco, dispuestos a peregrinar a la tierra santa del mtb, “los pirineos”. Felicidad en sus caras, preocupación en sus mentes por los partes meteorológicos. 22,30 el séptimo eremita se une al grupo en el puerto, todos a dormir nos esperan unos días intensos, mientras el barco navega, al principio tranquilo, pero todos saben que conviene conciliar el sueño antes de que el barco sobrepase la Dragonera, allí el abrigo de nuestra Roqueta nos abandonará.
Yo no mandé mis naves a luchar contra los elementos.
Tal como estaba previsto seis eremitas bikers se concentraban en helados paco, dispuestos a peregrinar a la tierra santa del mtb, “los pirineos”. Felicidad en sus caras, preocupación en sus mentes por los partes meteorológicos. 22,30 el séptimo eremita se une al grupo en el puerto, todos a dormir nos esperan unos días intensos, mientras el barco navega, al principio tranquilo, pero todos saben que conviene conciliar el sueño antes de que el barco sobrepase la Dragonera, allí el abrigo de nuestra Roqueta nos abandonará.
Así fue, una noche de continuos vaivenes que hacen que el sueño sea ligero y que nadie se atreva moverse de su camastro, al fin la calma, el abrigo del puerto de Barcelona. Una ciudad dormida nos recibe con una ligera lluvia, no apetece salir de la gran boca del barco, pero ya no hay vuelta atrás, moll de la fusta, ciudadela y arc de trionf. Allí merendamos algo y esperamos el tren de las 9,30, llegamos a “capdebanbol” así pasará a ser a partir de ahora este pueblo hermanado con Valldemosa, 4 km de asfalto hasta el refugio de moli de serradell, donde recogemos nuestras credenciales, plano y maillot, no esta mal por 30 euros, el track ya nos lo habían enviado por correo y los tres gps ya lo tenían instalado. Comemos una buena merienda –comida “pa de pages i embotits de la casa” y partimos al fin, pasadas las 13,30. Algo me decía que esa no era una buena hora.
Empieza el camino, pistas enbarradas, alguna un autentico lodazal, mientras vamos cruzando riachuelos y primera avería, Fran ha perdido un tornillo de la cala, evidentemente no lleva ninguno, siempre hay que confiar en los otros, reanudamos la marcha ya con una leve llovizna, el recorrido es lento, barro y lluvia, abre cable, cierra cable, hasta que de pronto 2 avería. VP ha petado el buje trasero, lo abrimos y esas maravillosas pestañitas están perjudicadas, el aun no las ha cambiado por las de titanio y es que estas bicis de … Crisis, que hacer? Moyos que es previsor y siempre se lee todas las instrucciones, decide llamar a la organización que nos digan donde hay una tienda o que podemos hacer, perfecto, nos dicen que en media hora vendrá l’Eduard y nos traerá una bici de alquiler, la verdad, solo por tener este servicio ya están bien pagados los 30 €, nos veremos en el coll de merola, nos refugiamos allí y mientras esperamos nos tomamos algo. Al fin llega la furgo de la organización con una fantástica Kona, evidentemente don VP, coge la rueda y la cambia. L’eduard, nos aconseja que con la hora que es, acortemos algo el recorrido siguiendo el camino de caballos, le decimos que seguramente lo haremos.
De nuevo reanudamos la marcha, ahora la llovizna empieza a ser lluvia, los cambios saltan continuamente, definitivamente el barro no es nuestro medio. Tercera avería Fran rompe la cadena, saca su troncha cadenas y le falta la mitad, nadie se ofrece a ayudarlo, no se puede ir siempre tan feliz por la vida, al final unos se ponen manos a la obra mientras yo me voy consumiendo pensando en que no veo nada claro que lleguemos bien, hay que acortar. Reanudamos la marcha ahora ya cae una buena, así que no hay quien abra el plano, por lo que vamos siguiendo el gps a ciegas, pasamos sant Jaume de frontanya y continuamos, al final llegamos al refugi Arderico totalmente empapados “Home sweet home”, es un decir, la verdad es que el flamenco ( de Flandes ) que lo regenta es bastante amable (hasta que le entras en la cocina) y es buen cocinero ( nos hizo unos macarrones y un jabalí deliciosos), pero la masia esta en llamas, y el baño y la ducha me recordaban a los que tuvimos que usar en Bolivia en el viaje aventurero que hicimos con la gente de Valbuena.
Sequitos y cenados nos fuimos a dormir, cada uno con sus tapones para las orejas que nos había regalado frenando, la verdad es que al principio es extraño oírte respirar, pero luego te acostumbras y ya puede ponerse en marcha el tractor que no te enteras.
2 comentarios:
Vaya etapa mas llena de averias XD!!!!
AL final cuantos kms os ha salido ese dia?
El refugio de Arderico es....salvaje salvaje, jaja
Al final fueron 38km todos con lluvia solo paro de llover la hora que estuvimos en el coll de Marolla esperando al Eduard que nos trajo la bici de recambio (un servicio FANTASTICO) en una hora una bici.
Arderico tiene su rollito... rustico, pero la cena muy buena.
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