Este blog pretende ser el diario resumen de las salidas y viajes de sectamtb
Un grupo de mtbikers de Mallorca.

martes, 28 de agosto de 2012

ALPS 2012. LAGO DI COMO. 19 agst. Dia 6

ACLARACION: (Continuacion de la cronica del viaje a los ALPES 2012, las cronicas aparecen de manera inversa,del ultimo dia al primero, se aconseja buscar la primera entrada)


Ultimo día de bici con una etapa que presumiblemente se veía imposible de realizar visto los resultados de los otros días, ya que pese a que gran parte del recorrido era de descenso, había que superar primero el paso del Mureto de 2.600 mt y luego rodar hasta Colico en una etapa que al final sumaba más de 100 km. Por otra parte, si nos adentrábamos en el valle del Mera nos quedábamos sin el comodín del tren que sigue el río Adda. Pese a todo, nadie quería ser el que propusiera que la modificación del Planing. Así como quien no quiere la cosa, acordamos que haríamos la primera parte del recorrido y después ya decidiríamos...
La verdad es que si hubiéramos tenido intención de hacer el paso Mureto hubiéramos suprimido la subida innecesaria por las pistas de esquí del lago Palu, pero nadie dijo nada.
Tras el desayuno iniciamos la marcha, primero cuesta abajo para pronto iniciar de nuevo las rampas de subida en un espeso bosque de abetos. En este tramo Fernando no había encontrado ninguna pista que uniera los caminos que había a cada lado de valle, de hecho esta era una de sus grandes preocupaciones y aquí si que este narrador ha de reconocer que lo estudió con detalle y veía perfectamente factible el paso, ya que la zona no ofrecía grandes desniveles y efectivamente cuando recibió los mapas de la zona, apareció un sendero que en la realidad no ofreció ningún problema y tenia incluso un magnifico puente que cruzaba el río. Así llegamos en un momento a la zona de esquí de Palu aunque evidentemente en su parte baja. Iniciamos de nuevo la ascensión por las duras pistas de esquí en la que nos encontramos algún “italianini pro“ que bajaba. Como siempre, a uno le daba la impresión de que íbamos al revés, pero luego al hacer la bajada que seguramente él había subido, reconocí que estos “italianinis” están hechos de una pasta especial o realmente nosotros, tal como dice alguien, estamos gordos y flojos.
Tras pasar dos telesilla llegamos a Alp de Palu y de allí bajamos al lago del mismo nombre. Tras el clásico reportaje fotográfico de cada lago, iniciamos el descenso. Al pararnos un momento para reagruparnos el olor a quemado ratificó que los frenos habían estado trabajando intensamente y sobre todo los de este narrador que en estos casos se come las pastillas como si nada. Cuando llegamos al pueblo de san Giusepe vino el momento de la decisión; ¿passo mureto o valle abajo?. Todo el mundo lo tenía claro, era imposible intentar pasar el paso y luego hacer más de 50 km por caminos, a no ser que lo hiciéramos todo por asfalto cosa que no apetecía en absoluto ya que conocíamos el tráfico que pasa por el paso Maloja, una de las vías de acceso a Suiza.
Plano en mano buscamos el sendiero que por la noche se había marcado como posible alternativa y efectivamente no nos defraudo. Éste era un magnifico camino empedrado que iba bajando hasta Chiesa. Al llegar a este pueblo nos detuvimos junto a un curioso club de tenis metido entre los pinos, al cual los tenistas no podían llegar con sus flamantes coches, sino que tenían que subir un trozo del camino empedrado. De allí, nos salio un joven que nos empezó a explicar todos los caminos que teníamos que coger pero como era imposible retener tanta información seguimos nuestro camino suponiendo que en gran parte coincidiría con sus indicaciones.
Continuamos bajando un poco por asfalto, luego cambiamos de margen para coger más tierra, pero en un tercer tramo de sendero, éste dejo de bajar y empezó a subir cada vez con más pendiente, por lo que la tropa se reveló. Giro de 180 grados y continuamos avanzando, ahora si cuesta abajo pero por asfalto. Al llegar a la carretera y cambiar de nuevo de vertiente vimos una señal de ruta cicloturística que nos condujo de nuevo a un sendero de tierra cuyo nombre coincidía con uno de los que nos había dado el italianini del tenis. Así por magníficos caminillos serpenteantes llegamos a Sondrio. Al llegar allí se notaba que estábamos solo a unos 300 mt ya que hacia un calor infernal. Ahora solo había que ir a buscar de nuevo el sendiero valtellina y bajar unos 30 km hasta Colico. Pero de nuevo la tropa no quería avanzar y renqueaba mientras Gerardo decía que no se encontraba bien y los demás ponían cara de pocker. Así :

“CAUTIVO Y DESARMADO, EL EJERCITO SECTARIO SE RINDIÓ. LA GUERRA HABÍA TERMINADO”.

Cual batallón derrotado fuimos a la estación y al llegar el Tren, empezaron los empujones y prisas para subir al vagón de carga. Mientras un italinini con alforjas, se entretenía bajando pausadamente como si quisiera que nos quedásemos en tierra mientras el maquinista no paraba de pitar indicando que iba partir. No hubo compasión para con los derrotados y las puertas se cerraron. El Randino en un último ataque de furia coloco su casco entre las puertas y estas se volvieron abrir. Como locos conseguimos subir, aunque el pobre casco specialized sufrió las consecuencias y quedará como recuerdo de la cruenta guerra. Mientras abajo, quedaban unas chicas biker que no quisieron luchar para subir al convoy. Una vez dentro del tren nos acomodamos como pudimos y llegamos a Cólico. Al llegar allí algunos creían que ya habíamos llegado a nuestro destino final, pero no era así, la ciudad de Cólico no nos quería y nos mandaban hasta una remota península en medio del lago a unos 6 km. Así el derrotado pelotón reinició la marcha con un pedaleo cansino y tras subir las leves rampas de la península de Piona llegamos al ansiado hotel.
La verdad es que el establecimiento estaba magníficamente ubicado con unas vistas impresionantes sobre el lago. El único Handicap era que éste, estaba orientado a Oeste y no tenia aire acondicionado por lo que hacia un calor impresionante que no conseguían mitigar los ventiladores coloniales del techo. Supongo que por esa razón en verano ofrecía precios tan buenos. Ocupamos nuestras grandes suites sintiéndonos como en las películas de guerra cuando un pelotón de soldados ocupa un palacio abandonado y desparrama sus trastos por las sofisticadas habitaciones. Después de ducharnos y descansar un poco, este narrador se fue a pasear por el solitario monasterio benedictino mientras Fernando cumplía con sus obligaciones dominicales y el resto de besugos se apoltronaba en una habitación para mirar las carreras de motos, medio tirados por los butacones y alfombras mientras los querubines de las paredes los miraban con cara picarona.
A la hora de cenar decidimos ir a otro hotelillo más modesto y más acorde con nuestra condición pese que a unos cuantos, se ve que afectados por el estilo aburguesado y decadente del lugar, decidieron comer espaguetis con mejillones. Paseíllo con nocturnidad por unas calles sin alumbrado y a dormir bajo el murmullo de los ventiladores mientras un grupo de alemanes ebrios contaban batallitas en el jardín del hotel. Ya solo quedaba el simple tramite del regreso.

2 comentarios:

andreu dijo...

Vaya pandilla! menos mal q la cosa se arregla, a ver ese sprint final...

Anónimo dijo...

Eran spaguettis fruti di mari y estaban buenísimos.