Tecno-dream

Tecnocracia.

La dictadura de nuestro líder se dirige sin control hacia los acantilados des Cap Blanc. El vehículo sectario ya circula sin retorno sobre los matojos a esperas de ser engullido por el horizonte azul.

Lejos, muy lejos, en los confines del universo, sus mentores han soltado las riendas de nuestro guía. El fin de la abducción a la que fue sometido en sa Taulera hace décadas, ha llegado a su fin. Creyó y creímos que fue una caída , su vida cambió, su alma se encerró en el baño de su vergüenza,  no fue así. Borrado su pasado en ese momento para no dejar huella, el comandante alienígena Scott Spark Ayudado por el entonces contramaestre sideral Diamond Back, introdujeron a Miquel vadell , sí, así se llamaba antes, en su nave sideral camuflada con forma de rotonda. Allí mismo introdujeron en el hueco que dejó su cerebro un prototipo de tecnología intersolar,  el buscador de caminos Garmin 1, un primitivo google earth en blanco y negro y para acabar tres tomos de Guerra y Paz, para rellenar hueco. Los dos alienígenas una vez acabado su cometido  se fueron camuflados en un buque cisterna llamado Móstoles que entonces suministraba pura agua del Ebro a la ciudad.

Vestido de ciclos Morenito, arroyo la puerta de urgencias, beso a las enfermeras y se desmayó. Días en coma más tarde fue entregado a su familia. Así nació la bestia. Ya nada interesaba, dejó a sus novias, dejó su Talbot Horizon, … Cien días estuvo encerrado en el gallinero del corral comiendo patatas fritas hasta que aniquiló su estomago. Ningún dictador lo necesita.
La era Gris así daba su comienzo.

Llego la hora de reclutar su ejercito, su guardia pretoriana. A base de prometer nuevos caminos que vislumbraba en blanco y negro y memorizaba gracias al espacio exterior. Logró reunir a un grupo débil y yermo en ideas pero fuerte en la carga. Así nació LA SECTA.

Veinte años después, los Garmin se reprodujeron en masa, las grandes promesas del Líder cayeron en saco roto. La nación de la Secta a la cual la gente accedía en avalancha perdió su identidad, el tesoro del Líder se derramó sin control, los caminos habían caído en manos temblorosas y poco discretas. Lo que el creía su secreto reventó como un eco perdido.
La dictadura vivió hoy su último día. Día gris, día maldito. Día de cien kilómetros  y a las dos en casa.
Nadie lo notó pero hoy, el comandante alienígena Scott Spark nos acompañó.

El que no lo hizo fue Diamond Back, ya retirado esperando el final de sus días. La intención alienígena era dar por acabado el expediente Magps.
El barro nos marcaría el camino a seguir, sectarios desplegando sus alas, absortos ante el reflejo de sus Garmin creyeron en la libertad, su libertad  cuyos ojos fueron vendados casi durante dos décadas. Poco a poco a medida que avanzábamos, el lastre gris de la tiranía caía sobre el camino. Son Macia símbolo del imperio gris caía ante las múltiples coordenadas de los Garmín libres. A unos los satélites y a otros pocos las piernas nos hacían desfilar ante un Festival park vacío y mudo.
Despegamos hacia la libertad por un camí de moliners medio abierto, medio cerrado.
Biniali nos espera con Pere añorando el régimen del terror pero fiel a los satélites. La masificación sectaria intenta avanzar por encima de los cimientos sectarios puros, gritan, jadean, mientras Spark toma nota para futuros programas.
Magps intenta una vez más tomar el control a base de cambios de track sobre la marcha, no hay nada que hacer ,  Scott Spark ríe desde dentro. El Pla nos espera; quien dijo que no había subidas, los sectarios creen cada uno en si mismo, ya no miran hacia atrás hasta la llegada a Lloret, parada y fonda en un “forn” para ahorrar tiempo y dinero. Magps i-phone en mano intenta encuadrar una escena que ya está descompuesta, sus modelos ya no posan, presumen posturas de mando y se jactan de saber en todo momento cual es su próximo destino.

 El gris ha perdido su arma más valiosa. De nuevo en marcha, dirección ermita de Bonany, los sinuosos senderos de los pinares se encargan de deshacer el tejido de la dictadura, todos jadeando por una fina trialera, mientras Magps se escabulle por unos pasadizos con unos cuantos adeptos, estos si bien para prosperar en una nueva etapa gris o porque simplemente ya no tienen fuerzas. Tras una tensa espera, miradas furtivas entre los de cabeza, los Garmin son pulsados frenéticamente en su totalidad de botones para ser el primero en proclamar por donde sigue la ruta para afianzar el liderato. Bigel y yo Cateye en mano nos limitamos a ver la hora. La tradición se ha perdido, el equivocarse y forzar una nueva ruta se ha desvanecido, el cagar con los mapas encima de las rodillas será un recuerdo borroso para los bikers venideros.  Otra vez juntos de nuevo la odisea persiste, el fantasma del tiempo se apodera de la secta y guadaña en mano desbroza los minutos a ritmo de segundos.

Bajada rápida de la ermita donde Scott Spark acaba algo mareado, nada es comparable al sistema de amortiguación de la canyon de Bigel. Llegando a Montuiri la secta decapitada de nuevo pierde la batalla, yo abandono el grupo mientras soy perseguido por Kronos. Magps cede. Cede  a la manada hambrienta que se pierde en el horizonte. Al final ya no hay más caminos que esconder, es el fin de un sueño gris
Scott Spark trabajó hasta muy tarde el sábado. Quizás dentro de unos años la historia se repita.

Dedicado a Cecilio, su memoria nunca nos perdió.