A fuego lento, esta es la descripción que detalla la salida de hoy. Como condenados a lo más profundo del infierno, hemos pasado cada uno de nosotros más allá del portal de fuego.
La ruta recorría todos y cada uno de los fogones que hoy era la Vall de Sóller y sus alrededores, intentando escapar de la sartén, a veces no cabíamos todos en las sombras.
Engañados en un principio por el abuso de carretera por la costa norte (Valldemosa, Deià) hemos ido enlazando pistas, senderos, caminos y trialeras.
Subiendo hacia Valldemosa nos hemos ido aderezando a base de sudor y ácido láctico, bajando hacia Deià por la estrechez del sendero y la vegetación nos han sazonado con especias dignas de quitar el gusto a la carne del macho cabrio más en celo de la serra , para que cojamos más sabor nos las han metido por los arañazos y rozaduras.
La vuelta seguía con una magnífica vuelta-bucle a la Vall de Sóller, bajada del camí de can Bleda al port de Sóller en donde las piedras y escalones nos ablandaban las carnes cual buen chuletón para luego subir acumulando sal en la piel como una “dorada a la sal” hacia es camí de sa Figuera. El horno ya estaba a temperatura máxima 37ºC las sombras no abundaban , el aire no corría , y agua no había. Pero esto de la bici se parece a la cocina; llegamos a la fuente de balitx de dalt y nos refrescamos como en un oasis. Me viene a la mente mi madre abriendo el horno y echando un cazo de agua al guiso para que este jugoso. Se cierra el horno y le dan dos puntitos más de temperatura. Subida rota 17% con piedras sueltas , surcos y vegetación poco cariñosa nos conducen hacia Balitx de’n mig. Me parece que el asado se nos va a quemar. Subimos por un camino similar hacia el anterior, con paradita bajo una higuera , hay un besugo de negro que ya está un poco pasado.
Pasado el mirador de ses Barques iniciamos la bajada hacia Soller por un camino que enlaza con la pista “oficial” duro y un poco técnico hace que la “paletilla de buey almizclero” (al soplete ) se caiga al suelo
Y ya no se pueda presentar a los comensales , lástima pero parece que todo ha quedado en un susto.
Camí de sa Capelleta para rebozar la pitanza en polvo , y ya estamos en Soller, nos regamos con Cocacolas y emprendemos amistosamente la subida final de coll de Soller. Aquí aparece Adrian Ferrà con un lanzallamas adaptado al mundo culinario y experimenta un nuevo plato “milhojas crujiente de piel de sectario” Diosss
Basta ya!!! Bueno de camino a la mesa los comensales creen que la comida está caliente y deciden soplar en nuestra contra sus alientos calientes los 16 km de recta hasta casa.
Bon apetit!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario