Pedals de Buba.jueves 8 julio

by Joan galera:

Pedals de Buba, así se tendría que llamar esta salida en recuerdo suyo; siguiendo la moda de llamar Pedals de … a cualquier salida más o menos épica en bicicleta. Para unos cuantos participantes entre los cuales me incluyo (los del ala oeste de la mesa) el tema pedals se va más lejos del vocabulario ciclista, pasando al pedals (de pedo de alcohol) de birra , vamos con un buen puntazo.
La salida,… ah! Si que fuimos en bici. Bueno hay que decir que hubo una pre-salida por parte de Mapes y mía para reconocer el terreno (manías de Mapes de dejarlo todo “atado y bien atado”). A las 16h 30’ con 37º C y siguiendo los consejos de lo que no hay que hacer con calor… nos cascamos la subida del cementerio de la Vileta con sus pedrolos, acequias y tantos por ciento descomunales que nos basto para ver que nos habíamos equivocado, después de una sudada de escándalo le añadimos una sesión de manicura y depilación a base de ramas, zarzas pinchos y demás, al acabar la bajada de “los pollos” decidimos ir a Bimont medio en excusa a cambiar las no-zapatas de freno del Mapes . Total 15 km y 300m de desnivel para echárselos en cara a los demás, eso si la bajada revisada.
Ahora si, LA SALIDA.
A las 19h quedamos en la rotonda y como siempre en este grupo no hay consenso, hubo ausencias de los Raiguer-boys por enfermedad de su líder y incapacidad de razonar sin el, Pietrus con sus jornadas extras de trabajo ( buscan al próximo “Rafe Nadal”), Tibu desaparecido en los abismos de la paternidad, Gerard y sus 36h de trabajo diarias, el resto si nos presentamos, bueno Sir Moyos después de su caída al menos vino al “balcón de Buba”. Mapes, Bihel, Rol, Fran, Tià, Pep, un sparring X, Toni Radón, y la Galera . El recorrido busco un poco la línea directa hacia el coll de sa Creu intentando pisar toda la tierra posible, al llegar al coll seguimos hacia la derecha subiendo como podemos por la pista rota , la verdad es que nunca pudimos elegir mejor sitio para él y su descanso ; cuando ya ves la torre de vigilancia, un pequeño desvío te lleva a ese sendero precioso que un día limpiamos juntos y que tiene inmejorables vistas al Galatzó, Burotell, etc, es un tramo en el que desconectas de todo, pensamiento, problemas, tiempo, etc y notas un buen rollo , el que el siempre contagiaba, no hay duda el sigue allí.

Una vez todos estamos allí, con el aliento recuperado y después de hacer un poco de jaleo, en su honor, procedemos a los dos minutos de silencio, que nos hacen recordar los mejores momentos vividos junto a él, las risas compartidas, y el sufrimiento que el bien nos supo aplicar a nuestras quemadas piernas. Buba siempre te recordaremos.

Ahora la ruta sigue como la vida misma y una vez subida la trialera del vigilante nos toca crestear la Serra de son Camps hacia el hormigón de la Vileta y coll de‘n Merill, el terreno está suelto, seco y la castaña está de guardia esperando que te despistes. Vamos reagrupando en cada punto conflictivo ( que raro nadie se ha perdido) acabamos de subir un poco pasado el coll y a la izquierda tenemos la ansiada bajada de “los pollos”, aclaro que ésta es la de los pollos vivos, porque hay otra hacia el coll des Tords que es también de los pollos (estos muertos pues hacen rituales de santería y vudú). Es la segunda vez que la bajo en dos horas, aparte de lo que cuesta llegar hasta aquí, lo peor es saber las ramas y pinchos que me esperan… la bajada en si lleva a Bunyolí Nou que conviene dejar a la izquierda rápidamente para no ser detectados y “eliminados“, luego subimos un poco por el pinar los que íbamos delante para ir a la cantera pequeña de la carretera de Puigpunyent y salir a la carretera, los de atrás salen directamente por el lateral de las casas a la carretera, desde aquí a la cena en es Muntant en grupo dirección a Bunyoli con algún cabestro tirando para ver como llega primero, los compañeros que no han ido en bici y ya nos esperan en el restaurant.

La cena:

Sudados como Camacho en uno de sus partidos, empapamos las sillas, el no-servicio de pena 45’ para que traigan la bebida y una vez que la traen los más sedientos nos trincamos una jarra de cerveza de golpe cada uno, resultado : un buen “pedal” en honor a Buba. Por una vez fuimos comedidos en el pedir y el precio fue justo ,16 eur por barba, eso si, sin postre grrrr! Yo quiero mi bombón mallorquín!

Vuelta a casa: escalonada cada uno se fue como pudo, yo la verdad es que hacia tiempo que no iba tan “contento” ni me acuerdo de cómo subí el repechón de Establiments.