Después del clásico desayuno francés, (que tomamos cada día) café de puchero, rebanadas de pan, mantequilla
y mermelada iniciamos la marcha. Tras unos metros por carreterita asfaltada en
suave ascenso en un momento ya estábamos
rodando por tierra en unas pistas con impresionantes vistas, pero estas también
pronto se acabaron y entramos en unos senderos por dentro del bosque que subían
y bajaban continuamente y que al acercarse
hacia alguna vaguada se iban complicando.
Así pronto descubrimos cual era la dinámica del recorrido en este
tramo. Zona de pistas en las partes menos abruptas y accesibles que venían del fondo de valle y
senderos que conectaban estas zonas que estaban separadas por grandes vaguadas o
torrenteras que en su parte central se
complicaban considerablemente con zonas
de grandes cortados y graveras que caían
a plomo hacia el fondo del valle. Así fuimos pasando diversas vaguadas viendo que
estas zonas eran bastante enredosas y que pronto se le atragantaron un poco a
este narrador que se sentía inseguro por
culpa del “pie tonto “ que de tanto en tanto le hacia una mala jugada.
Tras
numerosas vaguadas al fin llegamos a un gran valle de verdad el cual no fuimos
a bordear sino que bajamos hasta abajo en nuestra primera gran bajada hasta el
pueblo de les vigneuaux. Alli a pesar de que era dia medio festivo ya que había un
rastrillo en sus calles, no encontramos más que un solo bar abierto en la
carretera en el que tras suplicar que nos dieran algo de comer, nos dieron unas
cuantas rebanadas de pan y tablas de queso. Saciados mínimamente iniciamos de nuevo el ascenso abandonando el GR y subiendo por una cómoda
pista que nos llevo hasta el col de la pousterie (1763) desde donde en lugar de
iniciar el descenso hacia el nuevo gran
valle fuimos a buscar la arista del
valle hacia las tetes en donde seguimos un vertiginoso descenso hasta el fondo
del valle por un sendero con una pendiente muy elevada que no permitía ir sobre el sillín.
Reagrupados en el fondo de valle (1400 )
reiniciamos la ascensión de nuevo por cómoda pista hasta el col de Lauzes en el cual de nuevo
abandonamos la pista fácil que en un momento nos hubiera llevado hasta Freissiniers para continuar por un sendero
que subía y bajaba para de ir a buscar la arista del valle. Allí yerar destalono la cubierta, cosa que
aprovecho Vp para ir ganando terreno y no lo encontramos hasta que llegamos a
la Aiguille, Punto situado en una arista del terreno con unas vistas increíbles sobre unos cortados
aterradores por los que parecía imposible
bajar.
Pero si, se podía bajar por unos escaloncillos picados en la roca entre
precipicio y precipicio. Allí Vp, bigel y este narrador necesitamos la colaboración del
resto del grupo que al ser escaladores no se cortocircuitaron con las alturas y
cortados. Paradójicamente después del trozo estresante inicial, el sendero
inicio un zig zag de infinitos giros que nos permitió llegar al fondo de valle
y de allí por pista de buen rollo llegar a Freissiener y su único hotel y guiteles 5 saisons.
Después de una buena
ducha en el guite fuimos a cenar al hotel con nuestro antipático posadero que pensó
que ese día todo el mundo cenaría afuera en la terracita aunque hiciera un poco
de frio. Habiamos completado la primera etapa con éxito, aunque bastante
cansados ya que si bien el kilometraje no era mucho el desnivel si lo era.
55,7 km, 2175 mt de desnivel de subida y 2510 mt de desnivel de bajada con pendientes máximas de subida del 19 % y de bajada del 30 %.
LOGISTICA DE LA VUELTA................................................................................ PRIMERA ETAPA
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