Iniciamos la última etapa el día del cumpleaños de Laura, esa fecha inamovible
en la que Juan si o si, debía estar en
Palma y que condicionaba todos los viajes con un breve tramo de asfalto en
descenso hasta pasar los tuneles de Valois.
A partir de allí iniciamos uno de
los senderos más largos que hemos hecho, ya que durante 14 km ininterrumpidos fuimos faldeando por la montaña.
El primer tramo fue un ascenso rápido
en zigzag que nos permitió coger cota y luego en ligero ascenso hasta llegar al
Alp du Lauzet ( 1940 ) a partir de allí ya todo fue bajada hasta le Monetier
les bains al que llegamos también bajando por una ziga zaga increíble.
En el
pueblo tal como su nombre hacía sospechar ”les bains” tenían una curiosa
fuente con dos grifos una con agua helada y otra con
agua caliente termal. Aunque era pronto, decidimos que era el momento correcto
para comer algo y como no encontramos ningún bar ni lugar en donde poder tomar un bocata, acabamos en el
jardincillo de un restaurante italiano
en el que la mayoría tomamos unos penne rabiata que hacían honor a su nombre. Habíamos tocado el fondo de valle y debíamos pasar
de las laderas sur oeste a las laderas nor este del gran valle en donde se encuentra
la estación de esquí de Serre Chevalier.
Tal como era de esperar iniciamos un
nuevo ascenso, el ultimo de toda la
vuelta, por un camino que coincidia con
una pista verde de esquí que seguramente se baja muy bien esquiando pero que de
subida y en bici no era tan fácil.
Evidentemente el Tibu había intentado por todos los medios alterar el
plan y proponía subir en algún remonte
para así hacer algún descenso no se sabe muy bien hacia donde, pero como en ese momento nadie le
secundo continuamos según lo establecido.
Al
llegar al final de un remonte el track abandonaba la pista y se tiraba
en picado hacia una torrentera, sin acabar de entender muy bien el porqué bajábamos
de golpe lo que tanto nos había costado
subir lo seguimos y conseguimos pasar al
otro lado de una vaguada que a simple vista parecía insalvable. Poco a poco se estaba cerrando el gran círculo
de 50km de diámetro que habíamos ido
trazando y de la misma manera que empezamos lo acabamos rodando primero por
senderillos en medio del bosque y finalmente por rápidas pistas que nos
llevaron al punto de origen en Puy St
Andre.
Tras tomar unas cervecillas y cocacolas marca Dia que nuestro anfitrión Jean Luc Charton, autor de unos cuantos libros
sobre los Ecrins, nos sacó, empezamos la labor de desmontaje de bicis y
empaquetado.
Así llegó la hora de la cena en donde de nuevo nos demostró que
era más buen cocinero que manitas. Tras
un poco de sobremesa nos fuimos a dormir pronto ya que al dia siguiente había
que madrugar ya que teníamos que arreglar los frenos del Panda antes de reiniciar el
regreso.
40 km 1036 mt de desnivel de subida y 1436 de bajada con pendientes máximas
de subida del 20 % y del 27 % de bajada.
LOGISTICA DE LA VUELTA................................................................................ PRIMERA ETAPA
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