sectamtb: VUELTA O TOUR ECRINS IV. “Etapa de transición“ dllns-12 agst

Iniciamos el tercer día siguiendo un añadido al track original que habíamos hecho para meter en ruta el refugio des tres cols, pero como el añadido había sido posterior, jeroni tenía una versión y los otros teníamos otra, pero bueno, tras un par de buenos repechos al final avanzamos hacia nuestro primer objetivo que era la estación de esquí de Reallon. En la estación iniciamos un largo ascenso por cómodas pistas con vistas al gran lago de Embrun (Serre- Ponçon ) con sus correspondientes sesiones fotográficas en los puntos altos en donde nos reagrupábamos.

La bajada también la realizamos por pista para posteriormente iniciar de nuevo nuestro recorrido por las faldas de las grandes cimas en la que como no, se alternaron pistas, senderos y en las vaguadas, nuevos puntos conflictivos. El siguiente objetivo del día era el coll de Moissiere, al que llegámos por un breve tramo de asfalto, pero justo antes de coronar Vp rompió el cable ultraligh del cambio, avería generalmente sencilla de reparar, pero que en su caso al ser una bici “High technologi”, se complicó un poco aunque el buen hacer de yerar y Vp lo resolvieron con celeridad.

Una vez cambiado el cable de fibra por uno de toda la vida reiniciamos la marcha y bajamos por un antiguo camino con restos empedrados hasta Ancelle. Allí como era la hora perfecta (francesa) para comer no tuvimos problemas para encontrar un restaurante con diversos menús. Había uno sencillo y económico y otro más caro que ofrecía un magnifico entrecot, mientras discutíamos sobre que opción tomar, el team vp&tibu ya había pedido el entrecot, por lo que los demás como siempre ocurre cuando se funciona con bote comunitario, también nos decantamos por la misma opción. La verdad es que desde que habíamos empezado el viaje apenas habíamos comido algunos trocitos de carne por lo que seguramente fue una buena opción ya que en los menús “media pensión”, la carne suele ser escasa.

Durante la comida, el demonio tentador siguió atacando a los más débiles con sus promesas hedonistas de una nueva concepción del mountain bike, que se resume en subir por el sitio más rápido, fácil y cómodo, hacer una buena bajada y dedicar el resto de tiempo a tomar cervecitas en las terrazas de los bares. Evidentemente Vp, que se había hecho pareja inseparable de Tibu lo secundó y después de un fuerte pressing hacia el becario éste también cayó en sus redes con lo que consiguieron el apoyo logístico que necesitaban.

Así pues, después de la comida el grupo se dividió en dos, los de la opción fácil que recortaron por carretera y los que seguiríamos el track. A partir de Ancelle el diseño del track era pura innovación ya que hasta allí habíamos seguido más o menos las indicaciones del libro de Xavier Buffet, VTT Hautes- Alpes, pero de nuevo Fernando nos sorprendió y no sé cómo ni de donde, se sacó un recorrido por tierra que introdujo un nuevo componente en la vuelta que eran los bosques de ribera.

Sin darnos cuenta entramos en un pequeño laberinto sube y baja que se metía en oscuros bosques de hoja caduca, el único inconveniente era que avanzábamos muy lentamente. Tras la zona de rieras y bosques fuimos cogiendo cota y entramos en una zona de prados vallados en los que un simpático perro pastor nos iba acompañando,corriendo y saltando junto a nosotros sin molestar, hasta que llegamos junto a un abrevadero en el cual se metió mientras nos miraba como sorteábamos una zona fangosa. Así nos siguió hasta que en uno de los cercados, en medio del camino, nos encontramos un rebaño de vacas. Entonces el perro se nos adelantó y se puso a ladrar por primera vez hacia las reses, que perezosas obedecieron sus instrucciones y se retiraron de en medio del camino para que nosotros pudiéramos pasar. Cumplida su misión, al llegar al primer pueblo, el perro se metió en una casa y ya no lo volvimos a ver.

Con tanto subir y bajar, girar a derecha y a izquierda pronto nos dimos cuenta que era imposible realizar todo el track y llegar a una hora razonable al punto de destino, así que también decidimos acortar vía asfalto. Al llegar a Corps pudimos comprobar in situ que tal como habíamos discutido con Fernando cuando realizábamos el track la llegada al pueblo solo se podía hacer por unas duras rampas de carretera. Llegamos al hotel, al fin un establecimiento en condiciones y con baño en cada habitación, en donde nos duchamos rápidamente para inmediatamente ir a cenar. Durante la cena, de nuevo el demonio tentador continuó su batalla, ya que parecía que su único objetivo era boicotear el trazado aduciendo que con las mochilas a la espalda había que recortar todo lo posible etc etc. Después de la comida al estar por primera vez en un pueblo grande pudimos salir a pasear y tras pasar por delante de la casa en que Napoleón residió una temporada a su regreso de Santa Helena llegamos a la iglesia en donde pudimos asistir al final de un pequeño concierto de un quinteto de cuerda y trompeta que allí se celebraba.

Regresamos al hotel tatareando el Casta diva de Bellini y no sé si por el efecto de la plegaria a la luna de dicha pieza pidiendo que vuelva la paz al bosque y se expulse a los profanadores o bien por el “Briefing” que le hicimos al becari explicándole que si se quitaba el primer tramo y puerto de montaña la siguiente etapa quedaría en una vuelta mayoritariamente de asfalto ya que los últimos kilómetros eran por carretera, conseguimos convencerlo. Pero aun quedaba toda la noche para repensárselo, menos mal que lo teníamos aislado de los disidentes que siempre dormían juntos.